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1 de Abril de 2003

Seguridad hospitalaria: "Riesgos de alto voltaje"

Cuando se analiza la naturaleza de tipo de riesgo de un probable incidente, encontramos un sinnúmeros de situaciones que pueden ocasionar un accidente en el ámbito hospitalario y, en muchos casos, no solo involucra a los pacientes, sino también a los médicos y enfermeras actuales. En este sentido para poder estudiar en problema en forma adecuada se debe individualizar cada tipo de riesgo y analizarlo separadamente. Riegos mecánicos: Los equipos de tecnología medica no deben ocasionar riesgos mecánicos, especialmente si comprenden masa suspendidas o partículas en movimientos o controles automáticos como los equipos de rayos X, mesas de operaciones, etc. Si por un movimiento accidental equipo sufre un golpe, se debe verificar, para asegurar que su mecanismo no presente ninguna alteración o fatiga mecánica. Otra posibilidad frecuentemente observada es el apilamiento inestable sé equipos en la cabecera del paciente. Riegos por radiaciones ionizantes: El riesgo por el exceso de radiaciones no deseadas, en el caso de rayos X y radiaciones nucleares, amerita un tratamiento especial que no es objetivo de este articulo.

Otos tipos de riesgos: Nivel sonoro dentro de una incubadora en la sala de neonatología, incendio, o los relacionados con el traslado de los residuos patogénico, etc. Riesgo eléctrico: Nuestro objetivo principal, es tratar lo concerniente a seguridad eléctrica, y observamos dos tipos de riesgos eléctricos distintos: el shock eléctrico y la falta de suministro.(ver cuadro 1) SHOCK ELECTRICO Puede producirse por: 1- Intercambios de cargas electrostáticas. Frecuentemente, en lugares con climas muy secos, se puede observar que por fricción las personas de cargan eléctricamente, produciéndose una descarga al tocar un objeto de distinto potencial. Esto puede provocar una mala practica medica, si produce una contracción muscular no deseada, sin riesgo de electrocución. La solución de este problema es disponer de acondicionadores ambientales con humedad controlada y pisos antiestáticos. 2- Por circulación de corriente. Para que esto ocurra tiene que existir una fuente generadora de corriente, por ejemplo un equipo con fugas ( perdida de aislación ) y dos puntos de contacto se produce con la superficie del cuerpo humano, estamos en presencia de un macroshock, y cuando es con los tejidos internos un microshock. La circulación de la corriente eléctrica dependerá de la resistencia eléctrica del cuerpo, provocando desde una sensación de hormigueo, escozor, hasta alcanzar a producir lesiones por quemaduras. El órgano más susceptible a la corriente eléctrica es el corazón, donde estímulos grandes pueden provocar la contracción del miocardio y su detención. Si la corriente tetanizante es eliminada rápidamente, el latido cardiaco se reanuda en forma espontánea. No sucede lo mismo con intensidades bajas, donde una excitación parcial puede cambiar las vías eléctricas de prolongación en el miocardio. Desincronizado su actividad. Este estado se denomina fibrilación ventricular y normalmente no es reversible por sí sola. Por lo expuesto, es lógico suponer que en el ámbito hospitalario existen áreas con pacientes más sensibles a la corriente eléctrica, que están relacionados con el grado de intervensionismo. Es por ello que la solución del problema dependerá del sector. Por ejemplo en áreas de internación que el contacto es superficial, se podrán emplear disyuntores diferenciales dado, que el umbral de seguridad es adecuado para este tipo de contacto. En cambio, en áreas de cuidados intentensivos, salas de operaciones y otros sectores donde se efectúen procedimientos intervensionistas, el contacto es interno por vías arteriales o electrodos internos. En estos casos, la instalación eléctrica deberá contar con transformadores de aislamiento, medidores dinámicos de corrientes de fugas (isoltester) y circuito de descarga a tierra con nodos equipotenciales. FALTA DE SUMINISTRO ELECTRICO. En la actualidad, en sectores hospitalarios específicos existen equipos con tecnología medica que contribuyen al soporte de vida del paciente ( respiradores, marcapasos, etc.) Esto obliga a incluir en los requerimientos de la instalación, una red eléctrica de usos vitales, la cual suministra energía en forma continua, libre de las interrupciones que sufre la red eléctrica en general por fallas en el suministro. (Ver cuadro 1. DISMINUCIÓN DEL RIESGO A pesar del riesgo, nadie piensa dejar de utilizar la tecnología medica, pues sus beneficios son numerosos. Bastara con estudiar los riesgos para lograr la seguridad requerida.Guillermo La Mura y Miguel A. Caruso

Fuente: ADECRA